domingo, 9 de marzo de 2014

OMBLIGO





Es profundo, redondo,
oculta la espiral de todas las vivencias
muy cerca de los pliegues
que te unieron al mundo.

Ahora la luz es tan solo tuya,
la noche solo mía.
Sumergido en tu ombligo
voy libando serenamente
los confines cilíndricos
de tus sentidos. Dejo
olvidado el umbral
del tiempo en el cobijo de la lengua.
La luz es mía ahora,
la noche solo tuya.

Como un caracol tímido,
el hueco se desplaza
intentando escapar del dardo rojo.
Me atrevo a profanar
tu secreto volumen
con voraz apetito.
Multiplico el placer
que moja de saliva
el fuego del deseo en esta noche
de tu puente a la vida iluminada.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c) 

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