martes, 29 de marzo de 2016

UNA SILUETA RECORTADA




Para ver la figura del personaje escrito,
colócate muy cerca del cristal
de un espejo ceñido a los perfiles del viento.
Verás en ese vidrio imágenes de un hombre
que reviste con aire la palabra
para poder volar su cometa de signos
mientras va respirando unos versos de oxígeno.
Piensa que su silueta es igual que esa brisa:
necesaria pero invisible. Y aunque es tan solo aire,
verás que unos poemas lo describen
como triste metáfora del dolor por la vida,
en otros vivirás una luz convergente
en los mundos sutiles, la alegría del tiempo
o destellos de esa felicidad
que se disipa pronto, mucho antes de atraparla
con las redes doradas del sosiego.
Pero si te detienes en el doble sentido
que otorgan las palabras al poema,
comprenderás que algunos terminan engañando
al dragón de las sombras
con los mismos pretextos que hubiese utilizado
un soñador ingenuo
para mentir al tiempo y a su guadaña.



(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)



miércoles, 23 de marzo de 2016

FUNDAMENTOS PARA UNA ESTÉTICA




Quien escribe el poema
es el hijo del niño que vivió en su interior
y el padre del anciano
que le espera detrás de cada instante.
Ten por seguro que es un hombre humilde.
Habrás de protegerle
con la luz bondadosa de tus ojos,
pintar el beneficio de la duda
en el rostro que nos presenta
y considerar siempre
el personaje poético
que interpretan sus versos
como un ser consecuente con su tiempo.
No desprecies su vida.
Escucha su latido,
tal vez pueda ayudarte
a comprender el tuyo.
Aunque tengas certeza
de que nada es perfecto
ni quizá inalterable,
puedes considerar lo que diga
como firme propuesta
de un hombre con principios.



(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)


PÓRTICO PARA UNA MEMORIA




Nada puede abarcarse en su totalidad
ni se muestra con todos los matices
que explican las razones de una vida.
Por eso esta historia es incompleta,
una versión parcial de la memoria
contada por la voz protagonista.
Aunque creas que finge como hacía Pessoa,
no pienses que es mentira lo que cuenta.
Observa las imágenes del álbum de su infancia
para ponerle cara a la desdicha
y etiquetas de luz a la inocencia.
Intenta comprender las emociones
que marcaron a fuego sus vivencias
en la piel y en el alma.
Notarás su presencia en los poemas.
Es un hombre hecho a fuerza de duro sufrimiento
que quiere convertir su historia en fortaleza
y comparte la voz que lo describe
como un hombre sereno que puso su esperanza
a luchar, con los libros como escudo,
frente a la adversidad y la miseria.



(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c) 


martes, 22 de marzo de 2016

COMPLICIDAD




La honradez de un poeta está en sus creaciones,
es su esencia, su oxígeno y su vida.
Por eso, cuando tengas en tus manos
los restos de su oxígeno vital,
tus primeras reacciones quizá sean de asombro
al contemplar que estás en otro espacio,
dentro de un universo paralelo
con matices distintos a los tuyos,
pero que te resulta comprensible.
Conocerás su forma de ser y de sentir,
la estructura del aire que respira,
el color de su cara y la luz de su hogar.
Descubrirás sus emociones
y su vida interior: el mundo intrascendente
que te brinda, concreto y accesible,
para que lo compares
con tu propio concepto de la vida.
Y buscarás razones en tu misma experiencia
para reconocerle cierta verosimilitud
o semejanzas próximas
a tu forma de ver la presencia de un hombre.
Entenderás sus versos
y tu complicidad escribirá poemas
en las hojas del tiempo compartido
que el aire mueve dentro de vuestra alma.



(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)


lunes, 14 de marzo de 2016

COMPAÑEROS DE CAMINO




No hay nada sin esfuerzo
y mantenerse erguido es un reto muy duro.
Caminar también cuesta
dejarse las miserias detrás de cada paso.
Lo pudo aprender tras muchos años.
Es su mayor tesoro y lo comparte
con quienes quieran ser cómplices de su vida.
Si caminas con él, podrás tocar sus fibras,
sentir sus emociones,
comprender sus desvelos
por descubrir cada día algo nuevo.
Levanta la mirada hacia el cosmos,
arroja tu mochila al borde del camino
y camina pausado hacia dentro.
Verás con claridad que en las cosas sencillas
está la verdadera identidad
de nuestra subsistencia. Nadie vence
a todos sus demonios sin entregar la vida,
como un cuerpo celeste, a las tinieblas.
No hay recompensa para tanto esfuerzo,
pero ganar batallas y dejar olvidados
a los diablos del mundo,
es suficiente premio
para quienes andan como Machado,
ligeros de equipaje,
haciendo compañeros de camino.



(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)


sábado, 5 de marzo de 2016

LA INOCENCIA




La inocencia es un signo distintivo
que la vida acomoda en nuestra cuna
por un tiempo inconcreto.
El hombre que camina en estas páginas
sabe que esa palabra significa
creer en la bondad de los humanos
sin ninguna reserva,
igual que un diminuto pajarillo
que levanta sus alas con el viento
y se dispone a saltar al vacío.
Es posible que vuele y salve los obstáculos
que encontrará a su paso,
o que roce sus alas con las zarzas
que cubren el abismo,
pero confía en que nadie le mienta
sobre la materia del aire.
Él tiene su verdad. Y la defiende.
La palabra es lo más valioso que posee
para explicar sus dudas
ante la oscura trama de las sombras.
Pero la verdad no es sólo palabra,
también es un concepto
que cada uno interpreta a su manera.
Y por eso se miente a la inocencia
antes de que levante el vuelo.
Después, ya es imposible.



(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)


martes, 1 de marzo de 2016

SOL DE OCTUBRE



El manantial que somos, viento y verbo,
azul sonoro, cuerpo bajo niebla,
traspasa las palabras y se mueve.
Tú y yo, aguas que renacen de nuevo
humedecidas por la saliva del aire,
germinando pasión con cada paso,
huimos del otoño y su espesura.
El caudal del arroyo se desliza,
eligió tu camino, y heme aquí,
tatuado con el agua de tus carnes,
sol inscrito en tu rostro,
luz viajera en tus ojos peregrinos
que razona feliz este momento.
Tócame. Haz que fluya con dulzura
el murmullo de todos nuestros besos
en la geometría de los labios.
Observa la cuajada tierra roja,
observa el aturdido sol de octubre
-la semilla de trigo desgranado
en briznas de color-. También se buscan.
Todo cambia. Comienza nuevamente.
Todo es distinto cuando la verdad
toma partido sobre la raíz de tu océano.


(El fuego del instinto. Ed. Vitruvio.)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)