jueves, 30 de julio de 2020

LOS NUEVOS HÉROES

LOS NUEVOS HÉROES

 

 

Siempre hemos buscado nuestra imagen

en espejos que brillen

con la luz laureada

del reconocimiento de las gentes.

 

Necesitamos héroes

para proyectar en su imagen

la condición humana

que nos define.

 

Cada época tiene los suyos

en función de los cantos

del alma colectiva.

 

Algunos habitantes de este bosque

buscan sus héroes

entre los que decoran papeles amarillos

en hojas de periódicos,

en los círculos mediáticos

de las televisiones

que muestran las imágenes

de la banalidad,

es esas mercancías tan volátiles

que aletargan las mentes,

o en productos del consumo,

de la celeridad y del culto a lo fácil.

Son seres que envejecen

sin haber aprendido

las bondades de la lectura.

 

El lenguaje se ha olvidado

de las migas para los pájaros

en una tarde de novela

con el viento tras la ventana,

o de los caballos de Troya

escondidos en un poema

que ganan las batallas al silencio.

 

Quizá por eso,

los nuevos héroes son tan efímeros.

 

(c) MARIANO VALVERDE RUIZ

Todos los derechos reservados. 


miércoles, 29 de julio de 2020

LA MORADA DEL HUMO



LA MORADA DEL HUMO


Los incendios se extienden por el mundo
como una plaga milenaria
que amenaza la vida
con su lengua de azufre.

Devoran a los árboles,
a los animales cautivos,
a los hombres que buscan libertad,
a las musas perversas,
a los druidas del tiempo,
a todo lo que no es materia inerte
y también a las nubes.

El fuego acecha tras cada paisaje
como un vil desalmado
para hilar su venganza
sobre el reducto de los hombres
que no cantan a la belleza.

Espera su oportunidad
agazapado en la hojarasca
para convertir en ceniza
la esmeralda del bosque,
las casas de papel
y los cuerpos de porcelana
que viven mirando hacia fuera.

El fuego nunca tiene escrúpulos
para quemar los corazones
de todos los humanos
que no aman a la luz de sus conciencias.

Pero, más allá de la sombra
que producen sus llamas,
no arden los sentimientos
de algunos seres nobles.

Ni las palabras hechas de aire
que buscan en el cielo
la morada del humo
para convertirla en escarcha.

Ni la fuerza del viento
que arrastra la lluvia
que rocía de nuevo el bosque
para que germine la vida.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados

UN MURO EN EL AIRE



UN MURO EN EL AIRE


Sobre las aldeas del bosque
se alza un velo de bruma
como un muro insalvable
que se desgaja de los cielos
para descender al abismo
de la conciencia de los hombres.

Aunque no lo buscaban,
se quedaron solos,
abandonados por los astros
en su camino hacia la tumba,
indefensos ante la muerte
como flores plantadas
en medio del desierto.

Casi nadie comprende a los demás,
no percibe las emociones
que generan una empatía
con el dolor del mundo,
o comparte los sentimientos
como un ser solidario que sufre, ama o duda,
para que otros lo vean más cercano,
ni infiere sus razones para ser
habitante de un tiempo a la deriva
que comparte un espacio
bajo el techo de las estrellas.

Se han perdido las formas
de buscar a los otros
con paciencia y ternura
para vivir atrapados
en una urna perfecta,
cerrada a cal y canto
por la vil soledad.
Y desde las hogueras del progreso
se sigue alimentando
la bruma que construye
un muro insolidario
frente a la soledad de los humildes.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados

EL ALTAR DE LA FORTUNA

EL ALTAR DE LA FORTUNA

 

 

En un claro del bosque

hay un altar en medio de la nada

donde la luz se posa en los objetos

como un milagro de la vida.

 

A los pies de ese altar

hecho con los tendones de los siglos

y la evolución de los hombres,

se escuchan los murmullos

de los seres que sufren

y buscan la armonía de las almas

con los designios del planeta.

 

Postrados ante su destino,

todos los hombres

apuestan por su felicidad,

juegan a todo o nada

como inocentes tahúres

que ocultan su vacío

tras las sombras del tiempo.

 

Jamás se cansan

de tentar a la suerte

para que les sea propicia

en su reto al futuro.

Confían en que salga elegido su número

de entre los miles de millones

que apuestan por lo mismo.

 

Se les va la vida en el juego

mientras la vil certeza

del azar de la muerte

se les acerca por la espalda

como un manto de tierra

que caerá en sus ojos

cuando menos lo esperen.

 

Todo terminará

cuando su bola salga del sorteo

para ser elegida por los dioses

que se ríen de sus actos

entre las nervaduras de la luz

que ilumina el azar de la fortuna.

 

(c) MARIANO VALVERDE RUIZ

Todos los derechos reservados

 


martes, 21 de julio de 2020

LAS HUELLAS DE LOS SOÑADORES



LAS HUELLAS DE LOS SOÑADORES


Todos tienen las mismas pretensiones
aunque no lo confiesen por temor al oprobio
de los espíritus del bosque.

Aquellos que escriben sus nombres
en todos los cuadernos
que trazan con su sangre,
los que pintan estelas de cerámica
dentro de un mar idílico
que es la fuente del mundo,
los que crean grafitis
con tintas de carbón
en las hojas de una palmera,
los que colocan piedras
para levantar su morada
emulando al relieve de las nubes,
los que soplan las cañas de bambú
para componer sinfonías
que murmuren al viento
la épica de los siglos,
los que adornan los petroglifos
con la esencia del hombre…

Todos ellos persiguen una vieja utopía,
cometen el mismo delito
contra el orden del mundo,
tienen el mismo anhelo
como objetivo irrenunciable:
quieren permanecer atados a la vida
tanto como sus obras,
y en el último instante de su vida en la tierra,
ser su obra misma.

(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados

miércoles, 15 de julio de 2020

EL ÁNGEL DE LA NIEVE



EL ÁNGEL DE LA NIEVE


Durante los inviernos
cae la nieve sobre el bosque
con la blanca belleza
de un ángel de los cielos
que acaricia la tierra
con sus alas de luz.

Desde lo alto
se desliza el volumen de los copos
por esos visillos del aire
que tanto ama la bruma.

Esa benigna nieve
también recubrirá
la textura grisácea
de todas las afrentas
que los hombres infringen
a la naturaleza.

La tierra seguirá su órbita elíptica
alrededor del fuego
y cada primavera
la nieve dejará sobre los valles
sus esencias de arroyo
para que se nutran las plantas
de su clara vitalidad.

Y mientras tanto,
el tiempo heredará de las fieras salvajes
su voraz apetito,
consumirá a los hombres,
generación tras generación,
sin que puedan domarlo
mientras persiguen a sus sombras.

La vida seguirá su curso
a pesar de la lucha de los hombres
por hallar los paraísos anhelados,
y en las profundidades de los bosques
el ángel de la nieve
velará por la existencia
del único paraíso conocido.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados.

AROMA DE TOMILLO



AROMA DE TOMILLO


En algunas regiones
ocultas a los ojos
por las formas agrestes de las rocas
que separan al bosque
del resto del planeta,
se genera un aroma
de tomillo salvaje
que perfuma a la brisa
con la esencia del mundo.

Cada día, ese aire puro
viaja hasta las aldeas
con su tesoro verde
de aromas primitivos,
como un pájaro viejo
que porta la luz de la tierra.

Se precipita desde lo más alto
hasta las nervaduras de las calles
y envuelve todo lo creado
igual que un germen de esperanza,
como un hermanamiento
entre el oxígeno y las cosas
que definen al mundo.

Pero allí se confunde
con el asfalto negro
y su poder contaminante,
con el humo del vértigo
que genera la vida
y con los vapores del miedo
a una muerte imprevista.

Entonces hay quienes buscan
el origen del aire
para poder calmar sus ocultos temores
con la verdad del cosmos,
como si su felicidad
dependiera de todos los abrazos
que la brisa propone,
y su luz dependiera
de respirar la esencia del origen del mundo.

Se acuerdan de cuidar lo más sagrado
para permanecer junto a las raíces
que alimentan las hojas del tomillo,
enlazan sus anhelos
con la filosofía de la naturaleza
y confían en que la muerte
pase de largo
entre los árboles del bosque
durante un día más.

Pero hay otros que olvidan
los aromas del tomillo
mientras persiguen las estelas
que dibuja entre el humo
un codicioso lápiz de oro.

Nunca sabremos quienes
serán los que salven al mundo
cuando ya no queden tomillos
que perfumen al aire.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados

domingo, 5 de julio de 2020

ALIADOS ENTRE LAS SOMBRAS



ALIADOS ENTRE LAS SOMBRAS
  

Cuando las sombras de la noche
adquieren consistencia
y formas irreconocibles
por la mente humana,
todo parece derrumbarse
hacia un pozo de bruma.

Hay quienes se apresuran
a conectar la luz artificial
para buscar aliados
en los restos de la cultura
que han llegado a sus manos,
para eludir sus miedos,
sus sensaciones de impotencia
ante lo irracional,
o para hallar consuelo
y alejarse de los fantasmas
que amenazan sus pasos.

Se adentran en las páginas
con ojos de silencio
que ansían ver la luz
y encuentran las quimeras
de sus vidas pretéritas,
aquellos sueños rotos
por la realidad del vil presente.
Ven al terrible espectro
de la necesidad
y tiemblan como faunos ateridos
antes de que la lógica les muestre
cómo será su futuro
al pie de cada letra.

Pero también encuentran
una cuerda con nudos
para poder trepar
hasta la luz que intuyen
más allá de los cielos.

Solo de ellos depende la decisión
de tomar el camino más poético
entre la luz del ser de la cultura.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados.

sábado, 4 de julio de 2020

UNA ESPERANZA SENSATA



UNA ESPERANZA SENSATA


En algún lugar de este bosque
repleto de alimañas
y de fría materia,
puede que aún
exista alguien que esté luchando
por buscarse a sí mismo,
por saber para qué está en este mundo,
por identificar el lugar en que vive,
por aportar un grano de conciencia
a las cosechas de los hombres.

Puede que alguien se bata a vida o muerte
contra lo que le oprime,
contra lo insoportable,
contra lo que le detiene,
contra la soledad,
contra el vacío,
contra el tiempo…

Puede que aún posea su sentido
un concepto sensato de esperanza
en el futuro de los hombres.

Puede que aún perdure
el mensaje explícito
que emitió la garganta
del primer hombre con conciencia,
aquel que gritó contra el viento
su primera palabra de reproche
contra las fuerzas de lo oscuro.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados

jueves, 2 de julio de 2020

YA NO QUEDAN POETAS EN EL BOSQUE



YA NO QUEDAN POETAS EN EL BOSQUE


Desde que el bosque es bosque,
siempre ha habido poetas
que canten lo que ocurre cerca de ellos
como grillos silvestres
que portan en sus versos
la metafísica del mundo.

Pero ahora parece
que los hados no son propicios
para el vuelo de las metáforas
por la atmósfera del planeta
y muchos se han cansado
de escuchar a las musas.

De tanto mirar a los cielos,
al tiempo pretérito,
a la nostalgia
y a su propio interior como alma en pena,
hay quienes se han quedado ciegos
ante lo que sucede cada día.

De tanto escuchar los sones del aire,
el canto de los pájaros
y a su corazón solitario,
hay quienes han perdido el oído
para escuchar los gritos de la tierra.

Mientras tanto,
hay un presente que agoniza
con el vértigo de la muerte
en la sangre del mundo,
un paisaje construido por la banalidad
que hiela el futuro,
y una voz silenciada
en lo más profundo de la materia
que otorga al hombre
su verdadera esencia
para seguir creciendo.


(c) MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados