domingo, 13 de junio de 2021

EN UN SALÓN DE BUCKINGHAM

EN UN SALÓN DE BUCKINGHAM

 

 

Pasa por el Salón de Música,

los salones Azul y Blanco,

la Galería de Arte

y se detiene en el Salón del Trono

como un viejo sirviente

que se busca en la imagen

que nunca podrá ser.

 

En las lunas de los salones

ha visto reflejada

la imagen de su soledad,

una forma anacrónica

que se repite hasta el infinito

mirando hacia el pasado.

 

Lleva la tradición a cuestas

en el vestuario

que da cobertura a su cuerpo.

El protocolo toma forma

en la mirada enjuta de sus ojos

y en sus modales.

Cada uno de sus gestos

responde a una obligación

para con las formalidades

y la cortesía.

 

En sus ojos se ven

las semillas volátiles

de los hombres que sueñan

con lo imposible.

 

En su mente se reproducen

esas viejas palabras

que se convierten en nostalgia

cuando hablan de la infancia

como un jardín florido de ilusiones

y del sol de su juventud

como un tiempo de paso

hacia la otra realidad

de la existencia.

 

Nunca pensó que el mundo fuese

un juego de salón

donde la soledad reinaba

en cada uno de los humanos.

 

Hoy mima su esperanza

con la voz de los hombres nuevos,

aquellos que, a su modo,

modifican la forma de estar solos,

inventan nuevas formas

de respirar un mismo aire

y hablan de un mundo solidario.

 

Ha de buscar el modo

de verse diferente

y de encontrar en el espejo

su propia imagen

como la de alguien que vive el presente

para intentar construir otro futuro

sin mirarse al espejo del pasado.

 

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lunes, 7 de junio de 2021

BARRIO DE LAS LETRAS

BARRIO DE LAS LETRAS

 

No da crédito a lo que pasa

las noches de tertulia

dentro del Barrio de las Letras.

 

Un rufián desalmado

le arrebató su pluma

en la esquina del muro

que da a la calle donde vive Góngora

y pernoctan las sombras.

 

Aunque le perdonó la vida,

se llevó con la bolsa

sus útiles de escritura

y las ideas que guardaba

como nuevos tesoros

de la belleza ingrávida.

 

La calle es peligrosa

y bajo los sombreros de ala ancha

pueden esconderse los rostros

de los ruines ladrones,

también de los villanos

que andan escasos de imaginación

y recursos estéticos.

 

Sospecha de una mano negra

que conspira en la noche

contra sus versos,

se burla de su pluma culterana

y, con otros plumillas,

banaliza entre vinos y sonetos,

a su fiel Galatea.

 

Imagina de quien se trata.

Maldice su monóculo satírico,

su lengua viperina

y desea, con toda su alma,

que nunca pueda acomodarse

entre la blanca desnudez

de unos muslos rotundos.

 

Desde sus aposentos,

observan su paso siniestro

los ojos de Cervantes,

los poemas de Quevedo

y todos los vestidos

que usan los personajes

de las obras de Lope de Vega.

 

El pobre poeta aturdido

camina entre las sombras

rumiando su desgracia

y mala suerte.

 

No sabrá nunca

que tras varios siglos de rimas

y de insólitas búsquedas

de lo inefable,

aún sigue pasando lo mismo

en los eternos barrios de las letras.


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domingo, 6 de junio de 2021

AMANECER EN MADRIDEJOS

AMANECER EN MADRIDEJOS

 

 

Los aromas del alba

llegan hasta Las Cuatro Esquinas

con fragancias de pino,

de romero y lavanda,

como un halo silvestre

de la Sierra de Valdehierro.

 

Recuerda con nostalgia

los juegos infantiles

en la Calle Real

o muy cerca del Amarguillo,

cuando su corazón

era un jazmín tan puro

como el blanco de los molinos

después de la molienda

del oro de los campos.

 

Mientras va caminando

con la memoria en las pupilas,

revive las imágenes

del esfuerzo y la templanza

en las horas de monda

de las rosas del azafrán,

esos cabellos de los cielos

que llevan en sus pliegues

la sangre de la tierra

unida a las gotas del rocío

con los colores del amanecer.

 

Pasa junto a los silos

que dan fe del ingenio

con el que los barrudos

se adaptaban a los rigores

de las temperaturas

y retaban al tiempo

con su espíritu creativo

y su afán de supervivencia.

 

Las calles reconstruyen

los espejos donde se miran

los ojos del recuerdo

para ver en La Mancha

el pueblo de su infancia

como un espacio mítico

donde todo era magia.

 

Y como un ovillo de lana

al que toca el silencio

con una emoción muy antigua,

se estremecen sus manos

mientras abre la puerta

del museo que da su nombre

a los filamentos del alba

y a la memoria de su vida.


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