sábado, 19 de diciembre de 2015

LEVE RETÓRICA DEL DESEO II




Quiero dormirme siempre con palabras
nacidas del jardín de tu nobleza
y poder descansar con tus caricias.
Notar que tus pezones ruborizan
el gesto de miradas cadenciosas
y sentir la inmediata reclusión
de mi alma en el cuerpo deseado.
Tener los dedos siempre en movimiento,
rezumando sabor a frutas ácidas,
dibujando la elipse del vencido
sobre el centro desnudo y anhelante
de la tupida selva que me ofreces.
Amar y amar. Los muslos enlazados,
estableciendo cauces de lujuria,
siendo fiebre gozosa, serpentina
de fiesta entre dos cuerpos que son uno.
Junto a ti quiero ser infinitivo:
amar,amor, amar, tan sólo amar.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia)
Todos los derechos reservados.
Mariano Valverde Ruiz (c)
  

sábado, 12 de diciembre de 2015

EL CORAZÓN DEL TITANIC




EL CORAZÓN DEL TITANIC

Lo besó con toda su alma.
Nadie lo vio entre las gélidas aguas. Nadie lo percibió en medio de la oscuridad de la noche, los gritos de pánico y el silencio estremecedor de las estrellas. Nadie lo podía ver mientras luchaba por salvarse de una muerte segura. ¿Qué importaba algo tan pequeño cuando se iba a perder todo?
Aquel objeto minúsculo e intrascendente sólo tenía sentido para una persona, la que minutos antes le había entregado el calor de sus labios. Y ella ya no estaba flotando sobre el océano Atlántico, su tiempo se había detenido cuando en algún reloj de Terranova pasaban las tres de la madrugada del día quince de abril de 1912.
Nadie, por tanto, vio cómo el corazón de madera era llevado por las aguas hacia el olvido, nadie siguió su estela cuando se alejaba del lugar de la tragedia igual que una brizna impulsada por las olas, nadie supo que viajaba hacia la inmensidad del universo.
Bárbara lo había llevado entre sus manos hasta el instante en el que el mar se la tragó para siempre. Cuando se dio cuenta de lo que sucedía supo que ya no llegaría a su destino. Desde que recibió la noticia de que Nathan había fallecido en Nueva York durante un viaje de negocios, quiso llevar el símbolo de su amor para dejarlo en su tumba. El primer viaje del Titanic era su oportunidad y se embarcó en Southampton rota por la tristeza, pero con la esperanza de poder decir el último adiós a la persona con quien había compartido casi toda su vida.
Apenas tenía doce años cuando Nathan, que cumplía catorce ese día, le dio el primer beso. Ambos decidieron plantar un árbol en el jardín de la casa de los padres de Bárbara para recordar aquel momento. Igual que su amor, el árbol creció y años después, el día de su boda, Nathan le regaló un corazón que había tallado con un trozo de una rama de aquel árbol. Desde entonces lo había llevado siempre con ella.
Los últimos instantes fueron tan intensos como toda su vida. Recordó todas las adversidades que tuvieron que vencer juntos. También la felicidad que le regaló su experiencia junto a Nathan, y las razones que les hicieron comprender que cada día debían entregarse el uno al otro para ser algo más que ellos mismos. Sintió la intensidad del cariño que compartieron con los suyos. Y con la última imagen del corazón de madera en los ojos, se precipitó en la garganta gélida del Atlántico. Poco después sus manos perderían la fuerza con que sujetaban el emblema de su razón de ser.
Ahora, el minúsculo corazón navega por el océano como tributo a su amor. En su madera duerme el calor del beso con que Bárbara abrigará del frío eterno a Nathan, cuando le encuentre en algún lugar de las estrellas.

RELATOS BREVES
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miércoles, 9 de diciembre de 2015

REPOBLACIÓN FORESTAL Y EDUCACIÓN





REPOBLACIÓN FORESTAL Y EDUCACIÓN

El cuidado de la naturaleza y del medio ambiente es obligación de todos. Y mucho más ahora, cuando la acción del hombre está provocando efectos negativos en el cambio climático. Hemos de dar ejemplo en la familia, en la sociedad y en la escuela. Sólo un cambio de mentalidad hará posible que los comportamientos en relación con el entorno incidan en la conservación del único hogar que tenemos: la Tierra.
El pasado 1 de diciembre, 100 alumnos de cuarto y quinto de primaria del colegio público San Cristóbal de Lorca, han plantado otros tantos árboles de pino carrasco y acebuche en la sierra de nuestra comarca. Los niños han conocido las características de estos árboles, su labor como productores de oxígeno, su acción preventiva contra las riadas y contra la desertización. Cada uno de los árboles ha sido bautizado con el nombre de quien lo ha plantado. Y cada niño podrá seguir su crecimiento por internet o visitarlo con su familia para regarlo y cuidarlo.
La actividad se ha desarrollado en una finca (los Alagüeces) de dominio público dentro del proyecto “El bosque de tu colegio”. Después se ha realizado una excursión por la sierra hasta la senda del Cortijo del Madroño, donde crece un pino carrasco de más de 400 años. A lo largo del día, los niños han comprendido que los árboles contribuyen a la mejora de la biodiversidad, que absorben CO2, necesario para luchar contra el cambio climático y la contaminación, y que todos debemos contribuir al cuidado de nuestro entorno.
La educación es el camino para logar un planeta más habitable. Hay que agradecer a las instituciones y a los maestros su implicación en esta tarea, que aunque no esté generalizada, irá concienciando a los más jóvenes para que con el tiempo se avance en la dirección correcta. Y ése es un camino insoslayable, una senda que se ha de caminar sembrando árboles a cada paso, para que después su sombra cobije las alegrías y las esperanzas de cada uno de nosotros, de nuestros hijos, y de las generaciones de nuestros nietos. Hemos de sembrar las raíces del futuro. Yo ya tengo mi árbol y se llama educación.

ARTÍCULOS DE OPINIÓN
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domingo, 6 de diciembre de 2015

LEVE RETÓRICA DEL DESEO I




Tú, toda la belleza, dando nombre
a selva, mar y cielo, completando
la magia y el misterio de la vida.
Tú, toda tú, tendida sobre el lecho,
desnuda y ya colmada por la luz
del tiempo universal que nos observa.
Aquí, en tu piel, anida el vendaval
de las pasiones, cada luminaria
del éxtasis y todos los colores
que definen la curva del placer.
Aquí quiero vivir, en las riberas
volcánicas de tus senos perfectos,
buscando siempre el trébol de tu abdomen
como un rito ancestral y poderoso.
Junto a ti quiero ser infinitivo:
amar, amor, amar, tan sólo amar.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia)
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Mariano Valverde Ruiz (c)


JUGUETES, LITERATURA Y SOLIDARIDAD






JUGUETES, LITERATURA Y SOLIDARIDAD

La infancia está necesariamente asociada a la experimentación y a los juguetes. Durante esta etapa de la vida son imprescindibles los juegos y para ello son necesarios los juguetes. Todos los niños tienen derecho a jugar, a poder desarrollar su capacidad de imaginación y a divertirse con el mundo de fantasía que crean en la interacción con los juguetes.
Podríamos considerar el juego como una actividad lúdica, pero produce un beneficio necesario para el desarrollo adecuado de la psicología del individuo, algo que después tendrá su lado más positivo en la estabilidad emocional, en la relación social y sobre todo, en el desarrollo de las capacidades afectivas.
Los escritores somos conscientes de que los niños necesitan jugar. También sabemos que no todos tienen la posibilidad de hacerlo porque la economía de sus padres, o su situación personal, se lo impide. Por eso, los escritores de Lorca han puesto en marcha una iniciativa novedosa para recoger juguetes y entregarlos a Cruz Roja para que esta entidad los distribuya entre los más necesitados.
El procedimiento es sencillo. Se ha creado una gran cesta de libros con las obras de los autores lorquinos de la generación L21. Para obtener dicha cesta hay que aportar un juguete que no sea ni bélico ni sexista y entregarlo en la cafetería Stevia, donde se asigna un número del 0 al 99. El poseedor del número que coincida con la terminación del premio de Navidad del día 22 de diciembre, recibirá la cesta en una gala cultural que se celebrará el día 23 en dicho local y para la que se exigirá como entrada otro juguete.
Todo esto no habría sido posible sin la colaboración desinteresada de cada uno de los escritores. La lista es larga, y aunque a mí no me corresponda, quiero agradecer a todos y cada uno, su solidaridad con esta maravillosa causa, que es colaborar con nuestras palabras para que ningún niño se quede sin juguetes. La ilusión y la sonrisa de un niño, no tiene precio. Y tampoco los buenos corazones.

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miércoles, 2 de diciembre de 2015

PACO RABAL Y ESPARTARIA








PACO RABAL Y ESPARTARIA

La poesía es capaz de unir compañeros de viaje en su efímero caminar hacia el universo de las palabras y las emociones. Así ocurrió una noche espléndida en el recinto de Santa Quiteria de la ciudad de Lorca, en las proximidades del siglo XXI. Hoy queda una fotografía de aquel acto y el recuerdo de cuantos estuvimos allí, homenajeando a Paco Rabal, el gran hombre de la escena española cuya triste desaparición nos encogería el alma meses después.
Espartaria agrupaba a un grupo de enamorados de la poesía que aun siendo de diversas procedencias, habían constituido un grupo que estaba llevando a cabo una intensa labor en pro de la cultura, la expresión poética y la difusión de la palabra escrita. Paco Rabal aceptó realizar un recital conjunto más que un homenaje, así era de humilde, y puso una vez más sus valores sobre los hilos imperceptibles de una voz inconfundible, que era capaz de impresionar al aire, y de anudar a la emoción en las gargantas de los que le escuchamos.
Paco nos dejó aquella velada en cada poema al hombre vitalista, apasionado, coherente y fiel a sus orígenes. Su voz quebrada, grave y elocuente, viajó por las palabras de los grandes de la poesía española y también por sus propios poemas. Nos fue acercando las yagas y las alegrías de la vida en cada tono, en cada verso, en cada silencio… Los que recitamos con él sentimos cómo su presencia elevaba el pulso de nuestros poemas. Y dejamos que el misterio del logos decorase los corazones de los cientos de asistentes al acto.
El abanico de las formas de expresión poética es muy amplio. Dentro de esa amplitud se encontraban los poetas del grupo Espartaria y también Paco Rabal. Todos buscábamos el lirismo y la belleza de la expresión, pero cada uno añadía su toque personal y diferenciado, incluso, en algunos casos, acorde con el compromiso y la picaresca popular. Aquella noche se produjo un maridaje perfecto entre distintos elementos de la creación poética, que dio como resultado un recital único, un acto en el que el Aguileño Universal fue poeta por encima de actor, vate popular antes que grande del teatro y del cine. Paco Rabal, genio y figura, pero siempre hombre cercano, claro y directo.
En la fotografía de los participantes destaca su imagen, la humana naturaleza de Paco, junto a quien escribe esta página, y a Pedro J. Martínez, Pedro Felipe S. Granados, Jesús Cánovas, Antonio Soto, Isabel García Amador, Juan Ramón Barat, Joaquín Mateos, María José de Llanos y María Jesús Caro. Y tal vez también esté el estigma del tiempo, esa triste sensación de que todo pasa y nada queda…

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jueves, 19 de noviembre de 2015

LÁGRIMAS DE FUEGO de Andrés Ruiz Sanz





LÁGRIMAS DE FUEGO
Andrés Ruiz Sanz
Novela
Andrés R. Sanz, Amazon, 2015

Con el sugerente título de Lágrimas de fuego, el joven autor lorquino Andrés Ruiz Sanz, inicia una serie de novelas que él encuadra bajo el nombre de Trilogía del fin. A sus 25 años, ya es su quinto libro publicado. Tres novelas: Fuente vieja (Ediciones Albores), La resurrección de un pueblo (Círculo Rojo), El Cejo de los enamorados (Círculo Rojo). Y la obra de teatro: Hermanos lejanos (Seleer). Es miembro del movimiento de autores lorquinos GL21 y fundador del Club literario Café Stevia. Comienza a consolidar una prometedora carrera literaria.
Las primeras páginas sumergen al lector en un mundo de fantasía donde la magia existió, las leyendas sobre el Antiguo Mundo están presentes, y la vida y la muerte juegan su partida en un tablero medieval. En los capítulos iniciales van apareciendo una galería de personajes cuyos entornos contribuyen a crear un hábitat diferenciado, están construyendo un mundo propio. Los ingredientes de la novela comienzan a ser patentes: Una corona que se dibuja sobre la tierra; Un extraño metal que sólo podrá ser forjado por alguien muy especial; El Viejo Mundo; Y la vida que sigue luchando por ser nueva energía que lo cambie todo.
Las escenas se suceden en capítulos cortos y muy dinámicos, lo hacen de un modo cinematográfico, la acción cambia de espacio y personajes como lo haría un montaje de secuencias. La aventura no cesa y va paralela a la descripción de los aspectos más relevantes de cada actor literario. La intriga pone a prueba los valores de los hombres, les provoca. La ambición y el poder quieren abarcarlo todo. Y entre toda esa lucha, a veces desigual, el amor intenta hacerse un hueco.
Los personajes, aparentemente inconexos al principio, van encontrando su acomodo y confluyen en la trama, ganando protagonismo a medida que avanza la acción. Los diálogos fluyen con naturalidad. Hay un equilibrio permanente en lo que se cuenta a través de la interacción de los personajes y el narrador en tercera persona que conduce la historia. Y la lectura se hace muy cercana al lector porque el lenguaje utilizado no complica la comprensión de lo que se está contando.
La novela conforma una metáfora del mundo que juega sin pausa con los retos de la humanidad. Vida. Muerte. Poder. Religión. Guerra. Amor. Todos los grandes temas están frente a frente, y entre ellos, el laúd de un bardo parece moverse a su antojo, como si quisiese seducirnos con el misterio que encierran sus palabras y sus silencios.
Lágrimas de fuego es la primera entrega de una trilogía en la que se vislumbran leyendas ancestrales, luchas asesinas por el poder, aventuras amorosas, algunas de regusto erótico, jóvenes pícaros, soldados, prostitutas ambiciosas, reyes, herreros, pueblos, castillos, ricos y pobres, un conglomerado que hace atractivo el resultado y evade al lector. Pero la forja de una espada de sangre está en el aire, y con ella un destino: cambiar el mundo.
Con esta novela Andrés Ruiz Sanz, explora un nuevo registro para su obra, inicia una saga de fantasía escrita con soltura, fácil de leer, amena y sugerente. Y sin darnos cuenta, como una hoja otoñal bajo la luz de las estrellas, una historia viaja sobre la voz de un viejo entre el humo de la fogata…


RESEÑAS
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Mariano Valverde Ruiz ©

           


HUMO



Y al final la rapsodia
es humo, nada más que humo.
Convivo con el éxtasis
que guardan tus pezones de cereza
y el fragmento de luna
que les dio consistencia.

Junto a mi corazón
encuentro la ternura
de tu piel virginal,
el brillo de la luz
que diluye la sombra
y el negro del silencio.
Allá, al filo del mar,
las arenas decantan
la magia del amor.

Mientras, el mundo duerme
la resaca del tiempo
y por todos los bares
son ritmo o puro jazz
navegantes de neón
que tantean la vida
bajo el espejo del Mediterráneo.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
  

martes, 17 de noviembre de 2015

PENSIÓN COMPLETA de Paco Rabadán





PENSIÓN COMPLETA
Paco Rabadán Aroca
Novela
Editorial Círculo Rojo, 2015

Con su acostumbrada solvencia narrativa, Paco Rabadán nos presenta ahora Pensión completa, una mordaz comedia satírica de la sociedad actual. Quién no sueña con tener resueltas sus tres necesidades básicas (alimento, refugio y sexo) sin tener que preocuparse por conseguirlas. Germán, el personaje principal de la novela, nos demuestra cómo es posible.
El protagonista, un NINI (ni estudia, ni trababa, ni quiere, ni se le pasa por la cabeza siquiera), pierde su soporte vital en tan sólo unos minutos. Su novia le echa de casa y se ve en la calle. Recae en urgencias de un hospital de la Seguridad Social donde un equívoco le brinda la coartada perfecta para convertirse en un paciente ingresado. Por su habitación de hospital pasan diversos personajes del momento actual, todos reconocibles y carismáticos: un repartidor autónomo, un político corrupto, un constructor, un sacerdote glotón, un adolescente pastillero, un trabajador del cine víctima del pirateo, y otros personajes secundarios que dan consistencia al dibujo de la vida en un hospital y a la crítica de la realidad.
Esta novela ligera está llena de ironía, sarcasmo, crítica, reflexiones sobre la vida y la muerte, momentos de lúcida filosofía, y leves toques de erotismo. El lector se sorprenderá a sí mismo riendo a carcajada limpia en algunos pasajes. En otros recordará al mejor Mendoza, o quizá, a Woody Allen sentado ante su psiquiatra. Y tal vez, la imaginación le lleve a encontrar a un Germán, o un Padilla como álter ego, en su ámbito más cercano. No es descabellado ver en éste a un personaje del Moliere de otros tiempos adaptado a la sociedad actual, viviendo a su costa, sin ningún reparo.
El ejercicio narrativo que nos brinda Rabadán en Pensión Completa es la puerta a una sala de urgencias desde la que nos adentramos, con diversión garantizada y acomodados en nuestro sillón, en los vericuetos de una generación: la de los NINI; en las tripas de una sociedad: la de los últimos años; y en un mundo ficticio, no por difícil menos necesario: el del humor y la sátira. Y por cierto, dicho sea de paso, no se os ocurra fumar en la sala mortuoria de un hospital, lo aviso.
En estos tiempos en que la realidad nos aprieta el gaznate con toda clase de problemas, refugiarse durante unas horas en una historia en la que podemos reírnos de todo, es una necesidad vital. Por eso hay que agradecer a Paco Rabadán su novela y dejarnos llevar por la magia de las palabras hasta que nos duela el alma de tanto reír. Bendita ironía.  

RESEÑAS
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Mariano Valverde Ruiz ©


    

GUARDAR ESTAMPAS



Es peligroso y tú lo sabes,
guardar estampas del pasado
donde sea acuarela viva
la memoria y su eco.
Mallarmé lo entendió también.

Tal vez si tu futuro fuera
el esplendor del pecho
de forma permanente,
todo sería fácil,
no existiría nada
tan cruel y vengativo
como la vil nostalgia
de lo que has disfrutado.
Por la esquina del tedio
desaparecería
el mal sueño que tuve
en el gris de tu ausencia.

Pero hoy sé que sin ti
la voz sólo insinúa
versos desesperados
en la mañana azul
cuyo fondo contemplo.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia.)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)

lunes, 16 de noviembre de 2015

SIETE TROMPETAS de Juan Albarracín





SIETE TROMPETAS
Juan Albarracín
Novela
Editorial Círculo Rojo, 2015

Un extraño mensaje y un sorteo llevan a un joven de Manhattan hasta París. De este modo comienza una aventura llena de simbología en la que de nuevo el bien y el mal están frente a frente. Juan Albarracín hace sonar su primera trompeta literaria para llamar la atención sobre su prosa y nos presenta Siete Trompetas, su ópera prima.
Vivimos inmersos en una existencia en la que a veces se olvida la conciencia histórica del ser humano. No recordamos que el azar de la existencia está motivado por la eterna lucha del bien y del mal. Sin embargo, cuando alguien nos lo recuerda no dejamos de sorprendernos, y si ese alguien lo hace mediante una novela de misterio y acción, aún nos sorprendemos más. Pero cuando vemos que el autor tan sólo tiene 15 años y caemos en la cuenta de que debió escribirla con trece o catorce, entonces no salimos de nuestro asombro hasta terminar la lectura. Después, satisfechos, le confirmamos como un novelista que disfruta con lo que escribe y que hace disfrutar a los demás. Llegará lejos en el mundo de la literatura.
Con Siete Trompetas se da a conocer Juan Albarracín en la literatura de largo recorrido. Las incógnitas comienzan a plantearse: “Nueve es la clave para que las puertas del destino se abran y den paso a la exterminación”. Y ante nosotros se despliega el mundo onírico y la realidad como dos universos paralelos que necesariamente están interconectados. Van apareciendo siete ángeles, siete trompetas y siete sonidos que anuncian el Apocalipsis. Y todo ello influyendo y modificando la vida de un joven que se ve arrastrado por los sucesos que anuncian la destrucción del género humano, un joven que intenta convertirse en un adalid que lucha por descubrir las claves que eviten el exterminio.
Un magnífico escenario se despliega ante nosotros: París, la Ciudad de la luz. Los hechos se precipitan, la tensión narrativa y el tiempo de la acción es asfixiante, la muerte va ganando terreno de forma inexorable. No hay salida. La tragedia se ha desencadenado y tan sólo queda el sacrificio de la bondad para salvar al mundo. Un precio demasiado alto para un hombre sencillo. Y tal vez…
Siete trompetas es una novela dinámica, correctamente estructurada y equilibrada en sus contenidos, donde la acción y el misterio se dosifican adecuadamente haciéndola apta para todos los lectores. En ella, el lector avezado puede encontrar resonancias de Dan Brown, Ruiz Zafón o Fran J. Marber. Y es necesario seguir insistiendo en que esta novela está escrita con una sorprendente madurez, con una narrativa fluida, con un lenguaje actual, donde los diálogos han sido tratados con la diligencia necesaria dentro de una narración en primera persona (salvo el prólogo) que avanza por las calles de París con una naturalidad que conecta directamente con los lectores.
Para terminar he de referirme a un hecho de trágica actualidad. El azar ha hecho que escriba estas páginas mientras las calles de París están sembradas de cadáveres por los atentados del viernes 13 de noviembre de 2015, la barbarie se ha hecho realidad. Tengo presente lo que transmite la novela, pero voy a dejar que con su lectura, cada uno extraiga su mensaje y lo ponga en práctica. Concluyo con el deseo de que no sea un sueño poder erradicar todo el mal de este mundo.

RESEÑAS
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jueves, 12 de noviembre de 2015

HISTORIA DE UNA LÁGRIMA




Una lágrima sólo
y supimos que era para siempre.
Entonces pregunté a la eternidad
si existe algo más bello
que poder ser feliz.
Nadie me contestó.
Quizá nadie lo sepa. Pero existe
una ley universal equilibrando
los momentos dichosos
con el resto de la existencia:
el dolor de la pérdida.

Sería preferible, nos dijimos,
que la noche mitigue nuestras dudas,
que recubra con sábanas galácticas
la intensidad del pacto
que une nuestros proyectos.
Sería preferible, nos dijimos,
conocer la textura de una lágrima
antes de que se instale 
este amor en la mejilla del tedio.

Sin embargo, la historia de esa lágrima
sigue el curso del río de la vida
y aunque no lo comprendas
te arrastra sin remedio.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia.)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
  


lunes, 9 de noviembre de 2015

COMO CAÍDO DEL CIELO de Elena Castillo Castro




COMO CAÍDO DEL CIELO
Elena Castillo Castro
Novela
Ediciones Kiwi, 2015

Para el amor no hay nada imposible. O quizá sí. Con esta duda puede que se adentre en las páginas el lector de Como caído del cielo, la nueva novela de Elena Castillo Castro, una autora que se confirma como excelente creadora de novela romántica.
Un ángel tiene que ganarse una pluma de plata protegiendo a una caprichosa, rica y guapa jovencita, que acaba de quedar huérfana tras el asesinato de su padre y está bajo amenaza de secuestro. De este modo se inicia un viaje hacia el encuentro consigo misma, un periplo que la llevará a Las Vegas, a Hawaii, a Sudáfrica. La aventura es protagonista y las emociones se suceden a bordo de un caza, sobre una tabla de surf, bajo un paracaídas o en tiendas de alta gama. La joven se deja llevar por sus impulsos, pero sin ser consciente de ello, algo irá cambiando en su interior, algo que la transformará para siempre.
La novela se narra por medio de dos voces en primera persona que van alternando capítulos en los que los puntos de vista de la protagonista y su guardaespaldas nos adentran en la verdadera trama de la obra. Y así se suceden con vibrante naturalidad las escenas divertidas, la aventura, el misterio… El hilo conductor nos va llevando, a lomos de la comedia romántica, hasta un desenlace donde la emoción más auténtica es la protagonista.
De ágil lectura y sorprendente planteamiento, esta novela te llegará hasta la médula a poco que tras su lectura reflexiones sobre las cosas esenciales de la vida. Y te sucederá como a Lili… Pero para saberlo, has de leerla. Y mientras tanto, la suave textura de una pluma plateada, te acariciará los ojos y la mente.

RESEÑAS
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Mariano Valverde Ruiz ©
 






sábado, 31 de octubre de 2015

PACTO CON EL DIABLO




Entre las astillas del alba
un ave joven alza el vuelo,
respira la música hueca
del viento del destino.

Malherida la noche,
habla echada en la arena
con la pereza del rocío.

Tú bañada en las olas
del mar de los sentidos,
lamiéndole los pies al sol,
urdes un pacto con el diablo
que acelera rápidamente
el pulso de mi corazón.

Todo sucede cuando
el nuevo día apenas
cuenta sus prolegómenos.


(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia)
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lunes, 5 de octubre de 2015

UN CUENTO PARA IRENE





UN CUENTO PARA IRENE


Malena vivía en Utopía, un lejano planeta metálico, perdido en el cielo. Era una niña preciosa, de ojos muy vivos y cabello azafranado, que siempre estaba mirando hacia las estrellas. Su sueño era volar, viajar hasta la Tierra, un pequeño planeta que había conocido en las páginas de las miles de enciclopedias de su colegio. La curiosidad le había hecho seguir investigando sobre las maravillas que había leído y que sus profesores le habían confirmado. Por eso, cada noche antes de dormir, deseaba que le creciesen alas para surcar el espacio.
La princesa de Utopía soñaba a veces con tener unas enormes alas de color plateado, suaves y flexibles como el algodón, que le permitiesen moverse a su antojo. Cuando despertaba iba corriendo hasta el espejo de su cuarto, se miraba con la esperanza de ver asomar por encima de sus hombros las puntas de esas alas milagrosas que la llevarían a través de las nubes hasta el lejano planeta Tierra. Pero nunca aparecían.
Cada mañana en el colegio iba a la biblioteca y consultaba todos los libros que hablaban del universo, las nebulosas, los astros, los caminos del cielo… Siempre se detenía en los textos que se centraban en un pequeño planeta azul del sistema solar. Los libros decían que en él vivían los humanos, unos seres que tenían la suerte de habitar un lugar lleno de animales, de plantas, donde la vida era muy variada y la naturaleza era guardián del orden. Aquello era tan extraordinario, tan diferente al mundo en el que vivía Malena, un planeta en el que no había ni animales ni plantas, un mundo artificial, frío y aislado, en el que los seres adultos se aburrían mucho. —Qué bonito sería poder tener alas y volar hasta la Tierra para conocer de cerca todas esas maravillas— se dijo una vez más Malena, mientras cerraba sus ojos de miel y dejaba que la ilusión llenase de nuevo su corazón.
Pasaron varias lunas de cobalto sobre el cielo de su planeta y una noche sucedió algo extraordinario. Mientras dormía, Malena soñó que otra niña también soñaba con viajar hacia las estrellas. La niña se llamaba Irene, era del planeta Tierra y quería ser su amiga. Aquella noche se conocieron gracias a la magia de los sueños y comenzaron a jugar con las luces del firmamento, las nubes de caramelo y los dibujos que pintaban en el aire.
El tiempo parecía no existir mientras surcaban el espacio, se detenían en un cometa, saltaban a la comba con los rayos estelares o se escondían tras los anillos de un satélite para asaltar cestos de golosinas. Reían y corrían por los campos de un planeta de gelatina. Se pintaban las caras con purpurinas para imitar a las estrellas e iban de sorpresa en sorpresa mientras rebuscaban en un viejo baúl donde los duendes de la noche guardaban sus mejores galas. Todo era tan fantástico. Por todas partes aparecían seres multiformes que las invitaban a seguir jugando por senderos de vegetación amarilla y prados donde pastaban ovejas de lana rosa.
Eran muy felices, pero…      
Aquel sueño fue interceptado por un Troler que permanecía vigilante en su plataforma de cristal negro, dentro de un platillo aparcado en un cruce de rutas estelares. El Troler estaba recostado en una tumbona y vigilaba con un ojo las pantallas de sus ordenadores, y con el otro, estaba atento a las pulgas que se escondían entre sus pieles de monstruo sucio y maloliente, para cazarlas y guardarlas en una caja. La mitología del espacio infinito decía de ellos que eran seres malignos, piratas del cosmos que robaban las palabras, devoraban las ilusiones y cortaban las alas a quienes quisiesen volar sin su consentimiento. De repente sonó una sirena de alarma y el Troler apareció de forma súbita en los sueños de Malena y de Irene. Las dos niñas se despertaron muy asustadas, una en su lecho de Utopía y la otra en su cama de la Tierra.
Durante el día siguiente, Malena no dejó de recordar lo bien que se lo había pasado jugando con Irene, quería volver a verla. Pero aquel monstruo se lo impedía. Se armó de valor y preguntó a su maestra cómo podía burlar al Troler mientras dormía. También hizo la misma pregunta a todos los sabios del planeta Utopía. Le dijeron que nadie lo había conseguido, que los Trolers impedían salir del planeta. Una vez que detectaban a un soñador no había ninguna forma de librarse de ellos. Y Malena entristeció mucho, porque eso también significaba que no podría volver a encontrase con Irene.
Mientras tanto, en la Tierra, Irene había pasado la mañana inventando un truco para espantar sus miedos y enfrentarse al monstruo que había aparecido la noche anterior en sus sueños. Y creía tener el remedio. Se trataba de una caja de espejos de seis paredes que formaban un cubo y que, en uno de sus vértices, poseía un orificio para poder asomarse a su interior. Estaba deseando dormirse para ponerlo en práctica, ver si realmente funcionaba, atrapar al Troler, volver a soñar y reencontrarse con Malena.
Las cosas sucedieron en poco tiempo. Después de cenar, asearse, lavarse los dientes, ponerse el pijama y desear que todo el mundo fuese feliz y tuviese derecho a soñar, las dos niñas se fueron a la cama. Los astros se confabularon para que lo improbable pudiese ocurrir, las hadas abandonaron sus cuentos y surcaron el firmamento, el reino de la fantasía se adueñó de las paredes del cielo. Todo estaba previsto, menos la actitud del Troler. Y ésa era la inquietud que rondaba por la mente de Irene cuando entornó los ojos y se acurrucó en su cama.
Aquella noche, cuando a millones de años luz de distancia, las dos niñas comenzaron a dormirse y los sueños aparecieron en sus mentes, el Troler se asomó por el orificio de la caja que Irene proyectaba en su sueño. Nunca había visto nada semejante en ningún sueño de los habitantes de Utopía. Y la curiosidad hizo lo demás. El Troler vio su propia imagen reflejada y multiplicada por las paredes de la caja y quedó fascinado. Pasó su cuerpo por el orificio con mil esfuerzos y se adentró en la caja con la intención de tocar su imagen. Pero cada vez que se acercaba, la imagen cambiaba de lugar y no podía atraparla. Así siguió durante toda la noche, de espejo en espejo, y se olvidó de las niñas.
La suerte estaba de su lado. Irene y Malena se encontraron de nuevo. Jugaron a mil cosas, dejaron que los sueños las llevaran de travesura en travesura, se divirtieron como nunca. Hicieron de la fantasía su aliada. Y establecieron una alianza que les permitiera realizar cada noche sus sueños.
Malena vio cómo le crecían las alas y viajó hasta la Tierra para disfrutar de los bosques, del mar, de los paisajes más bellos que jamás había visto. Surcó el cielo admirando cada uno de los rincones que Irene le fue mostrando con orgullo. Ambas se detuvieron un instante junto a los pinos de la Sierra del Caño y contemplaron el valle del Guadalentín y la milenaria ciudad de Lorca. Allá abajo, nadie conocía su secreto, y eso les divertía mucho.  
Irene también viajó de la mano de Malena hasta la enorme biblioteca del planeta metálico. En Utopía pudo leer millones de cuentos y escogió los más divertidos para tenerlos cerca de ella, junto a su cama, cuando regresase a la Tierra. Fue una aventura maravillosa. Nunca había imaginado que existiesen tantas historias, tantas aventuras, tanto misterio, tanta alegría y tantos sueños escritos, como los que habitaban en las páginas ambarinas de aquella biblioteca estelar.  
Con la llegada del nuevo día, las dos niñas se despidieron hasta la noche siguiente, ya no les molestaría nunca más el Troler, que en un lejanísimo rincón del universo seguía persiguiendo su imagen de espejo en espejo, intentando devorarla igual que a una ilusión.
En Utopía, Malena se miraba en su tocador, peinaba las dos alas de algodón plateado que crecían de su espalda y era muy feliz porque había aprendido a volar con su amiga Irene. Estaba deseando contarle a los sabios del planeta cómo había engañado al Troler con la ayuda de una niña que creía que los sueños se cumplen si se sueñan en compañía. Pero lo más maravilloso había sido que en su viaje para jugar con Irene, había aprendido a luchar para hacer realidad los sueños, por inalcanzables que pudiesen parecer.    
Y en la Tierra, Irene sonreía sentada en su nueva silla, una silla especial que Malena le había regalado en uno de los juegos que compartieron y que habían fabricado miles de minúsculas luciérnagas. La pequeña Irene era muy feliz porque había hecho feliz a una amiga que la comprendía y la amaba, una amiga inseparable, que vivía en un lejano planeta, que estaba con ella todas las noches y con la que había conocido la biblioteca más grande jamás visitada. Llevaba un nuevo cuento en sus manos, un cuento para leer y seguir volando con la imaginación. El primer párrafo decía que nada es imposible para un cuento de palabras hechas con alas de cariño.

Mariano Valverde Ruiz ©

                       



OPCIONES



Hoy la palabra es cuerpo de mujer
con aroma de luz y sus contradicciones.
Cuando la voz se funde
en la incompleta historia
del hombre que soy,
el silbo del amor
vocaliza el preludio
de un nuevo día.
Y la palabra vuela
hasta las manos tercas del destino.
Vuela sin concesiones
desde un bosque de genes milenarios
hasta las arenas húmedas
del cerebro.
Qué otra cosa me queda
sino saber vivir
entre médanos melancólicos.


(El fuego del instinto. Ed. Vitruvio)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)


domingo, 4 de octubre de 2015

EL ARTE DE CONVENCER: PABLO IGLESIAS, de María Alcaraz





EL ARTE DE CONVENCER: PABLO IGLESIAS
María Alcaraz
Ediciones Irreverentes (2015)
Ensayo

Hablar sobre los personajes de actualidad siempre entraña riesgos y sólo las personas valientes se atreven a ello. Si ya el mundo literario es una selva de caimanes, qué no decir del político. Por eso, el primer mérito de este libro es la osadía de ser un serio estudio sobre la prosodia y el arte de convencer de un personaje público.
Con El arte de convencer: Pablo Iglesias, María Alcaraz realiza un concienzudo ensayo sobre el discurso del líder de PODEMOS, un estudio que, fuera de la controversia que pueda suscitar el personaje, es un gran tratado de oratoria escrito con una admirable precisión.
El texto se desplaza desde el recordatorio de las fuentes de la Oratoria y la Retórica, hasta los giros y particularidades de las empleadas por Pablo Iglesias. Con una prosa certera y sin adornos, como corresponde a un ensayo de este tipo, la autora desgrana, uno por uno, todos los aspectos de la puesta en escena política que Iglesias viene realizando. Y lo hace desde el punto de vista técnico, evitando en lo posible juicios de valor, argumentando y apostillando cada una de las características observadas en el discurso del personaje objeto del estudio.
En este libro, el lector encontrará las claves para ser un buen orador, transmitir ideas, estrategias, para escuchar y hacerse oír… Todo se muestra mediante un estudio razonado, ameno y fácil de leer. Su contenido resulta de gran interés para cualquier persona que quiera mejorar en su forma de ordenar las ideas y de expresarlas con acierto. Por eso, independientemente de afecto o desafecto que se tenga por el personaje público de Pablo Iglesias, este ensayo es un gran acierto de María Alcaraz, que mediante un modelo reconocible lleva al lector, de forma entretenida, a plantearse cómo ser un orador que triunfe en su entorno, sea cual sea. Larga vida a las palabras.

RESEÑAS
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Mariano Valverde Ruiz ©

 










sábado, 3 de octubre de 2015

EL GUARDIÁN INVISIBLE de Dolores Redondo





EL GUARDIÁN INVISIBLE
Dolores Redondo
NOVELA
Ediciones DESTINO (2013)


El objetivo de algunos escritores es escribir novela de género y convertirla en una novela total, una obra redonda en la que el lector pueda encontrar todo lo que le apasiona. Dolores Redondo lo consigue en El guardián invisible, la primera entrega de las tres que componen la Trilogía del Baztán. A mi juicio, ésta es más que una novela negra, es la primera parte de una auténtica obra completa, de las que podemos denominar gran novela.
La autora nos muestra con maestría, impropia de una ópera prima, y una narrativa contundente, todo un mundo donde se conjugan el lado más oscuro del ser humano, la mitología tradicional navarra y vasca, la naturaleza y el paisaje, y la investigación policial. Y todo ello sin dejar de lado un sutil aliento poético.
En las márgenes del río Baztán se suceden las apariciones de los cadáveres de jóvenes asesinadas. Los cuerpos son expuestos con una particular puesta en escena, que el asesino considera su firma. El tiempo juega en contra de la inspectora Salazar, que se ve obligada a regresar a su inquietante pasado, a su pueblo y a su familia, para realizar una investigación con un final desconcertante. La acción va dejando al lector casi sin aliento, y le lleva página tras página, hasta descubrir el origen del horror.
El guardián invisible es una novela muy recomendable para todos aquellos que gustan de la lectura, que disfrutan con cada palabra, con cada escena, con cada descripción, con los perfiles psicológicos de los personajes, con el conocimiento, y con el encuentro en esa dimensión entrañable que se establece entre escritor y lector, más allá de las palabras, más cerca del corazón.

RESEÑAS
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