martes, 17 de abril de 2018

PALOMAS


PALOMAS

Las palomas volaban
desde el palomar hasta los sembrados
igual que los ojos del niño
que fundía su ser con la tierra
para apreciar la vida
y nutrir sus alforjas con el hábito
carnal de la experiencia.
Hoy escribo la efímera belleza
de las formas silvestres de las aves
que hollaban el relieve
mientras buscaban granos de cebada.
Lo hago siendo consciente
del tiempo que jamás volverá al palomar
de la que fue mi casa.
Cuando pienso en aquellas instantáneas
de palomas en vuelo,
asocio sus colores grises y azulados
a una triste metáfora de mi realidad
alejada del verso de Machado:
«estos días azules y este sol de la infancia».
No solo es un conflicto de conceptos,
es una controversia de colores
entre lo que pintó el pasado
y lo que debió ser el color de los tiempos.
Como el color de las palomas,
los días poseían tonos grises.
Pero a pesar de todo, fueron años azules
que volaron con alas de palomas silvestres
más allá del recuerdo y de su tono.


(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados.
Mariano Valverde Ruiz (c)

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