sábado, 22 de junio de 2019

LA LUZ DE SALOBREÑA






LA LUZ DE SALOBREÑA


Nos envuelve la luz efervescente
de la costa de Salobreña,
una luz cristalina
que se difunde con el aire
como una aureola dorada.

Somos arena de su playa,
dos formas que se mueven
entre el aire andaluz
que trae recuerdos del Mulhacén
como tierra dorada
por un sol claro y nítido,
y la belleza del paisaje.

Me llamas y descubro
que la yema de tu dedo índice
se ha quedado imantada
a tu labio inferior
como las piedras del terreno
al néctar diamantino
de las cañas de azúcar.

Con la impaciencia dentro de la mente
y el deseo silbando por mi cuerpo,
intento mantener la calma
como un lobo acechante,
o un morisco sin tierra
que medita la forma de volver
al lugar donde tuvo sus mejores cosechas.

Me provocas la cálida sorpresa
de los momentos más desmesurados,
esos instantes de tensión
previos a la plenitud.

Tu mirada se vuelve invocación a la lujuria,
una llamada irresistible
a las puertas del paraíso.

Tu boca entreabierta,
esgrime su voraz mordisco sobre el dedo,
que ahora se curva en los labios
como dulce condena para mi alma.
Es un claro presagio del furor
que recorre tus venas.

No esperarás a que la Luna
module tus instintos
para hacer con mi carne
olas de espuma blanca.
 

(SECRETOS DE AMANTES)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)

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