viernes, 18 de noviembre de 2016

LA VIEJA ESCUELA


LA VIEJA ESCUELA


Ya no existen las aulas de la escuela
en que aprendí a leer. La vieja construcción
de piedra y barro solo es un recuerdo
junto a las palas. Una mosca zumba
por el aire ofreciendo el testimonio
del uso que le dábamos
a la vegetación de leños y acibaras.
Era una escuela rural de posguerra
sin aseos, con viejos pupitres y un botijo
cerca de la pizarra. El maestro
bajaba en una Vespa desde Lorca
para enseñar a niños de todas las edades.
Su sustancia, quizá la que no ves,
es una franja abierta en lo tangible
de las palabras, pura libertad.
Los atriles del tiempo ya convergen
en la hosca cerradura del plumier,
en la tiza y la voz de aquel maestro,
en simples estrategias de enseñanza
que llenaron mis ojos de ilusión por saber.
La alegría de ser y de nutrirse
del eco del lenguaje aún permanece,
es una fortaleza levantada en el aire
que se alza desde las ruinas
de aquellos ventanales abiertos a otro mundo.


(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)

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