domingo, 14 de octubre de 2018

LA SENDA DE CONFUCIO


LA SENDA DE CONFUCIO

El maestro Confucio
transporta cada día un puñado de tierra
desde su aldea hasta la llanura.
Quiere levantar una gran montaña
sobre los arrozales
para meditar desde lo alto.
No cree que los dioses
construyan su atalaya
para observar al mundo
desde el interior de la mente.
Eleva la mirada hacia las nubes
y pide comprensión por su osadía.
Respeta la armonía con el cosmos,
el flujo natural de las estrellas
y los ciclos vitales de la Tierra.
Venera las costumbres
de sus antepasados,
las ideas y la sabiduría
que atesora la antigüedad.
Mientras camina,
ve cómo se derraman de sus manos
algunas motas de polvo.
Sabe que con los años venideros
se convertirán en una senda
que otros podrán seguir.
Será el ejemplo más humilde
para poder llegar a los preceptos
de la sabiduría de los hombres.
Cada mota de tierra y cada paso
construyen la fortaleza mental
con la que se levanta lo imposible.

(OTRA REALIDAD)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)

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