Una duda socava mi conciencia
como daga perversa
que toma cuerpo
con el primer peldaño del albor.
Al acecho, la voz de los recuerdos
indaga sobre tus silencios
y extrae los contornos del olvido.
No permitas que broten
uvas amargas dentro de mis ojos,
ni que las conjeturas
eclipsen mi deseo. Si me quieres,
dímelo antes de que te lo pregunte.
No lo ves, no lo notas,
cuando faltas en nuestro nido
nace el vil buhonero
que siembra de cizaña la razón
y convierte su enramado de espinas
en cautivas sensaciones
de tu absoluta indolencia.
(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia.)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
No hay comentarios:
Publicar un comentario