EL AMOR
El
amor es lo más hermoso
de
todo lo creado,
el
germen intocable
de
los espacios infinitos
donde
el tiempo no existe,
ni
caen las hojas de los árboles,
ni
tiemblan los abrazos de los dioses.
Nada
puede igualarse
al
sentimiento trascendente
del
don de la existencia
cuando
se siente muy dentro
del
alma humana
amor
en puro estado.
Tejemos
la sustancia del deseo
con
hilo de diamante
y
buscamos que las palabras
alimenten
la hoguera
donde
todo se funde
para
alcanzar su esencia.
Notamos
como se acompasan
los
ritmos de los corazones,
los
gestos y la música del alma,
con
los astros del cosmos
y
sus danzas eternas.
Imploramos
a las estrellas
que
no se detengan nunca
mientras
permanezca ese sentimiento
en
nuestra mente
y
vaya al encuentro de su órbita.
No
hay otra filosofía más certera
para
encontrar la luz,
no
hay otra religión con más adeptos
en
el corazón de los hombres,
no
hay nada comparable
al
amor verdadero.
Luchamos
por hallarlo
aunque
es él quien nos encuentra
sin
darnos opción para elegirlo.
Nos
desconcierta su lanzada
en
nuestra materia más vulnerable
y
nos rendimos sin remedio
como
inocentes indefensos.
Y
si algo nos perturba
o
nos prohíbe poder sentirlo,
lo
dejamos a un lado
en
el camino de la ausencia,
del
dolor y la soledad.
El
amor nos empuja
hacia
otra dimensión
porque
es más fuerte que la vida.
Mientras,
las cervicales de ese don
caído
del cielo para huir de la muerte,
unen
a dos personas en un alma
sin
que ya puedan separarse.
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