ANTÁRTIDA
Bajo
el hielo de la Antártida
hay
un viejo continente
del
que no conocemos casi nada.
Sus
misterios se ocultan a los ojos
igual
que las entrañas
del
alma de los hombres.
Nuestra
naturaleza
de
seres dinámicos
que
plantean preguntas
a
lo desconocido
y
buscan respuestas
en
lo que conocemos,
también
diseña un margen de esperanza
para
las páginas
de
lo que no imaginamos.
Puede
que, bajo la Antártida,
se
encuentren testimonios
de
las lindes del mundo,
del
corazón dorado de la Tierra,
de
las voces del cielo,
de
las lenguas del cosmos,
de
los hechizos de la Luna,
de
las primeras flores,
de
las aves de fuego,
de
los seres que piensan
en
los portales de la eternidad,
de
todas las incógnitas
que
laten en el universo.
Pero
eso es hoy, tan solo,
una
quimera
dormida
bajo el hielo.
Las
ansiadas respuestas
a
las dudas existenciales
se
diluyen entre la bruma
como
los sueños de un pingüino
que
espera que sus alas
le
lleven algún día
al
origen del tiempo.
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