La tarde usa el color de los claveles
para irse apagando con sigilo
cuando faltan los labios de tu boca.
Las hojas de un otoño anticipado
van cayendo a mis pies.
Son miradas, palabras escarchadas,
súplicas y deseos
que quieren convertirse en mis verdugos.
Al final hay clemencia
y la naturaleza de tu grácil cintura
se manifiesta pronto acercando a mi alma
el algodón carnoso de tus besos.
(El fuego del instinto. Ed. Vitruvio)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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