UN BOOMERANG AL VIENTO
Lanza
el boomerang al aire
igual
que si de un sueño se tratara.
Imagina
que escribe lo que siente
y
que lo que plasma en sus letras,
también
viaja en el vuelo
del
objeto que ha lanzado.
Sabe
que hoy ya no es quien fue ayer
y
desconoce quién será mañana.
Ni
siquiera presiente lo que querrá decir
cuando
llegue la tarde
y
mucho menos aún
lo
que incite a su mente
cuando
la noche se adueñe del cielo.
Mira
hacia su pasado
y
alguien cuya mirada le es ajena
camina
tras las huellas de su sombra
portando
candelabros para su funeral.
Las
llamas perezosas de su tiempo
se
balancean sobre la cumbre de los cirios
como
pérgolas de agonía.
Forman
la imagen tétrica
que
representa el fuego pertinaz
de
toda su existencia
y
el humo denso
que
todo lo reclama
para
convertirlo en olvido.
Le
espera la hora de los condenados
a
causa de sus versos.
Y
aunque la muerte siga tras sus pasos
cada
vez más cerca de su sombra,
imagina
que siente lo que escribe
como
si de su vida se tratara.
El
eco del silencio camina tras su voz
como
un centinela de la conciencia.
De
sus huellas se nutre la materia
del
boomerang que lanzan los poemas
de
todos los que han sido silenciados.
Todos los derechos reservados.
Mariano Valverde Ruiz (c)
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