EL RELOJERO DE ÍTACA
Ejercita
sus dedos
antes
de iniciar la tarea
como
cada mañana.
Es
el viejo encargado
de
mantener a punto
los
mecanismos del reloj
que
ocupa la Torre de Ítaca.
Y
como un pianista del aire
que
realiza su trabajo
con
la rutina de un maestro,
le
vuelven a la mente
los
mismos pensamientos.
Retrocedería
hasta los orígenes
de
los sueños humanos
si
pudiese alterar
el
segundero del reloj
y
viajar por el cosmos
hasta
el inicio de todas las cosas.
Y
lo haría para poder cambiar
la
dimensión del tiempo,
eliminar
el espacio inservible
que
no hemos destinado
a
conferir sentido
al
concepto más noble de amor
y
añadir la belleza del cariño
a
cada uno de los instantes
con
los que se define al tiempo.
Consagraría
cada hora
a
la magia de los abrazos,
cada
día a crear buenas acciones
destinadas
a los demás,
convertiría
el frío de la escarcha
que
cubre a los humanos
cuando
no aman,
en
aureola de pureza.
¡Tantas
cosas!
Pero
solo en los sueños
se
puede viajar en el tiempo
y
evitar sus secuelas.
La
mecánica del universo
sabe
que somos seres entregados
a
la absoluta tiranía
que
el tiempo nos impone.
El
relojero de Ítaca
también
lo sabe, aunque necesite
constatar
la dimensión
de
la soledad absoluta
en
un tiempo que jamás se detiene,
para
dar más valor a los instantes
en
los que la ternura
es
dueña de las horas.
VISITA AQUÍ EL CANAL DE YOUTUBE: MARIANO VALVERDE RUIZ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario