LA
MUJER DE LOS GATOS
Detrás
de una ventana
donde
se miran los abetos,
vive
una mujer con sus gatos
frente
a las altas cumbres de los montes.
Su
casa tiene aromas de hierbas
y
en sus estantes cohabitan
hojas
de viejos diarios
con
zumo de sonetos.
Le
gusta conjurar a los demonios
y
fumar picadura
de
flores de geranio
mientras
escucha el canto de la tierra.
Convive
con las fuentes de la sabiduría
que
lee en las facciones de la Luna,
en
las páginas de la noche
o
en las llamas de las velas.
No
le duele vivir
a
solas con su soledad,
mirando
a las estrellas
o
a las nubes que siembran
el
día de sombras opacas.
Las
montañas son tierra de su tierra
que
acompaña sus días
con
la luz milagrosa
de
un mundo tan inmenso
como
el que late en su interior.
Lo
que le preocupa y la entristece,
es
haber comprobado
la
terrible violencia
del
género humano,
la
miseria absoluta
de
quienes se creen superiores
al
corazón de una mujer.
Por
eso interpreta las lunas
y
busca en sus colores
la
luz que iguale el alma de los hombres
al
corazón de las mujeres.
Entre
tanto, sus gatos,
juegan
con los sonetos
que
hablan, con compasión,
del
sentimiento de inferioridad
que
vuelve a los hombres violentos.
MARIANO VALVERDE RUIZ (c)
Todos los derechos reservados
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