miércoles, 24 de octubre de 2018

LA VÍSPERA DEL EMPERADOR


LA VÍSPERA DEL EMPERADOR

Le han dicho muchas veces
que cuide los mandatos de la tradición china,
que ejerza la justicia con templanza,
que respete los dogmas de sus antepasados
como norma de buen gobierno.
Durante unos instantes,
recuerda la figura de Qin Shi Huang,
su colosal muralla defensiva,
sus deseos de ser el patriarca
de la inmortalidad.
Medita sus palabras
antes de ser ungido con el poder supremo.
Su universo está dentro de la Ciudad Prohibida.
No conoce a su pueblo,
ni la realidad que condiciona
cada uno de sus actos.
Debe imitar los gestos de un hombre bondadoso
y reflexionar sobre el mal.
Y se pregunta dónde están los límites
que marcan su conducta.
De él dependerá decidir el futuro
de aquellos que ofendan a la verdad,
poner en práctica
su potestad de perdonar
a quien tenga conciencia de su culpa
pero sea incapaz de reconocerla.


(OTRA REALIDAD)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)

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