A punto de quemarme
sobre la superficie de tu piel,
detengo mis osados dedos. Miro
tus contornos y acuña la retina
el siena de tu carne, su absoluta estructura.
Tu color se diluye con esencia
de linaza en mis ojos.
Eres río de crema, mezcla para pintar
el goce de las manos sobre el atril del sueño.
Descubro tus caderas.
Hombros y espalda lucen como lienzos
imprimados de frágil desnudez.
Por mi cuerpo acelera
el líquido ansioso del deseo.
Como dulce acuarela iluminada
me muestras el tatuaje de tu pecho,
y mis ojos y mis manos vulneran
tu secreto: el prurito que descubre
una braga de negros arabescos.
(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia 2004)
Todos los derechos reservados.
Mariano Valverde Ruiz (c)
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