LAS SEÑORITAS DE AVIÑÓN
Cuando
cae la tarde
sobre
las blancas casas de su pueblo
como
un visillo de ciruela
con
aromas de mar,
siempre
se acuerda de Picasso,
de
su genialidad
para
captar la luz en un instante
de
absoluta belleza.
También
recuerda a las modelos
que
le inspiraron,
e
imagina
cómo
serían sus miradas,
o
cómo captaría Picasso
la
pasión que latía tras los ojos
de
aquellas señoritas de Aviñón
mientras
mostraban sus encantos
al
genio de la luz.
Y
piensa en el instante
en
el que la fugacidad
del
fuego creativo
inventó
los colores,
o
las diversas formas de los gestos,
en
los ojos de Picasso.
En
ese momento preciso
nacieron
sus nuevas miradas
y
quedaron expuestas al aire
los
fragmentos de luz
que
proyectaban las modelos
hacia
los ojos del artista.
Se
hizo la eternidad
entre
un marco de tela
y
la muselina del cosmos
cuando
llegaron al lienzo
la
energía del mundo,
y
el movimiento de las emociones.
Igual
que hace la tarde
en
las blancas paredes de su pueblo,
hizo
Picasso con los ojos
de
las muchachas de Aviñón
para
transformar la belleza
en
algo suyo y ajeno.
Él
también lo intenta
cuando
los pinceles del tiempo
escriben
sus palabras
en
un instante de la eternidad
que
mantiene la vida
sobre
el lienzo del aire.
VISITA AQUÍ EL CANAL DE YOUTUBE: MARIANO VALVERDE RUIZ. VIDEOPOEMAS Y VIDEORELATOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario