EN EL PUERTO DE SIDNEY
Hace
muchos inviernos
que
busca la paz interior,
un
tiempo de equilibrio
y
de calma absoluta
que
le permita disfrutar
de
las cosas sencillas
sin
que nada le robe su belleza,
un
estado que haga posible
concentrar
sus sentidos
en
lo más inefable
y
poder crear algo novedoso.
Pasea
por el puerto
con
esa sensación irreverente
que
tienen los que buscan
hallar
la soledad
sin
saber que ya están muy solos,
esos
que buscan comprensión
sin
tener claro
que
nadie puede comprenderlos.
Se
asoma hasta el filo del muelle
para
ver en las aguas
la
silueta de un hombre
que
cruza los umbrales de un espejo
para
adentrarse en lo desconocido.
Puede
ver a un terrible antagonista
que
lo mira a los ojos
con
la intención malsana
de
obstaculizar todos sus esfuerzos
para
hallar lo que busca.
Se
adentra en el espejo de las aguas
y
piensa en el fulgor
del
instante concreto
en
el que su verdad
alcance
su destino.
Y
sueña con llegar
a
ese lugar deseado
donde
todo se concentre
en
la luz modulada
de
una mañana de verano,
en
la música de los pájaros,
en
los olores de la hierba,
en
el tono carismático
de
la paz absoluta.
Se
siente muy dichoso
al
escuchar la voz
con
la que le llama el abismo
para
que eche a andar de nuevo
con
el instinto irrefrenable
de
su alma más viajera.
Cree
que en el siguiente paso
encontrará
la paz que necesita.
Pero,
al otro lado del espejo,
bajo
las aguas del puerto de Sidney,
su
antagonista
ya
cava una fosa sin fondo
para
la única paz posible.
Da
miedo comprenderlo.
VISITA AQUÍEL CANAL DE YOUTUBE: MARIANO VALVERDE RUIZ. VIDEOPOEMAS Y VIDEORELATOS.
Todos los derechos reservados.
Mariano Valverde Ruiz (c)
No hay comentarios:
Publicar un comentario