DESLUMBRADOS
POR LA BOHEMIA
Siempre
queda París, decíamos
antes
de que nos diéramos de frente
con
la otra cara de la luz.
La
ciudad de las letras,
del
Rey Sol,
de
la ilustración,
de
los románticos sin prisas,
el
cielo triste de la generación beat,
el
destino de la bohemia,
los
vetustos puentes sobre el Sena,
el
corazón multiétnico de Francia,
todo
el París soñado
nos
abandonó a nuestra suerte
muy
lejos del hotel,
de
la templanza
y
de los brillos de la Luna.
Con
las divisas justas
y
el idioma mermado
por
una negligencia
en
la pronunciación
que
nos hizo perder el autobús,
buscamos
el camino de retorno
a
nuestros aposentos.
Una
estación de metro
con
puertas inquietantes,
engulló
nuestra suerte
con
una boca ansiosa
llena
de esfuerzos y renuncias.
París
nos devoraba sin darnos tiempo a ser
nada
más que dos jóvenes amantes
deslumbrados
por la bohemia,
dos
almas que afrontaban su destino
sin
monedas de cambio
para
poder cruzar otro sendero
que
no fuese el de sus futuras vidas.
(SECRETOS DE AMANTES)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
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