LA
ESPERANZA DE AL-MUTAMID
Camina
entre las sombras de la noche
por
las estancias de palacio.
La
oscuridad es un enorme monstruo
que
amenaza las calles de Sevilla.
La
inquietud no lo deja descansar
y
el sueño se oculta en los arabescos
que
decoran los muros
con
mensajes de paz y belleza.
Teme
por el futuro de su taifa.
Sabe
que, al otro lado de la costa,
en
las riberas de África,
el
fuego fundamentalista
arde
en la jaimas almorávides.
Su
disciplina bélica
amenaza
con ser la mano destructora
que
reduzca a cenizas
lo
que generaciones de eruditos
crearon
en Al-Ándalus.
Igual
que sus antepasados,
ha
buscado el saber desde la cuna
y
cree que no hay nada más notable
a
los ojos de dios
que
el hombre que se esfuerza en aprender
para
enseñar su ciencia a los demás.
Ha
cultivado su alma
y
se ha rodeado de sabios consejeros,
pero
ninguno puede vencer la amenaza
que
se cierne sobre el paraíso.
Enviará
a su hija Zaida
a
casarse con el rey castellano
para
que le preste su fuerza.
Su
última esperanza
conlleva
el sacrificio
de
perder la luz de sus días.
Confía
en que el amor todo lo salve.
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
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