¿Dime amor qué imaginas
cuando tienes los ojos entornados?
Cuéntamelo, no dejes que el olvido
interprete el papel de gánster ruin
y desvela si estoy yo en la escena.
Tal vez ya sea tarde para hablar,
o quizá aún no. No temas
al vil y negro viento del destierro
y a la incomprensión, háblame despacio
mientras la voz del alma te susurre.
Vivimos, corazón, junto a palabras
que pugnan por unirnos
y no existe distancia más atroz
que la de ese silencio provocado.
Cuéntame amor que guardas aún muy dentro
de nuestro diccionario
todos los besos que te di.
(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia.)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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