LICENCIA
PARA AMAR
A
nadie pedimos permiso
para
poder gozar la suave claridad
de
una noche de luna.
Ahora,
el
alba vierte vino en la copa del día
sin
que entendamos cómo lo hace.
Mientras,
con tus pestañas,
acaricias
mi piel
igual
que alas de mariposa
en
un jardín de flores.
Un
verso de Omar Jayam
tendría
el mismo tono
que
este momento a solas.
Notas
la plenitud
que
ha alcanzado todo tu organismo
tras
el último abrazo,
y
te brota del alma un suspiro de dicha
que
refulge sobre el arco labial
como
aliento maduro de grosella.
Te
pones de puntillas
para
alcanzar mis labios.
Tus
lágrimas mojan mis pies
para
que crezca sin mácula
la
fruta de los éxtasis sensuales
y
su luz llegue hasta mis ojos.
La
vida nos concede
la
oportunidad de ser nosotros mismos,
aunque
no comprendamos sus razones.
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
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