CONSEJOS
DE PAYASO
En
los años sesenta,
mientras
el tiempo daba forma al sol del verano,
conocí
a un payaso de un circo ambulante
a
quien la vida le hizo sabio.
Debajo
de una carpa
de
miserables trapos,
ofrecía
espectáculo circense
en
una árida loma de Los Jopos.
Me
hizo reír con gestos imprevistos
y
parodias de su desgracia.
Me
enseñó a transformar en instantes dichosos
las
sombras del pasado,
a
extraer de cualquier adversidad
los
pétalos de la belleza
que
jamás se marchitan.
Ahora
me pregunto si atravesar el día
sin
consumirse dentro de las llamas
del
fuego de las vanidades,
es
un arte recóndito
que
conocen tan solo los payasos,
los
hombres que perfuman con el aire grotesco
de
una sonrisa irónica,
las
sombras contrapuestas de las flores marchitas.
(La intimidad del pardillo)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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