La
inocencia es un signo distintivo
que
la vida acomoda en nuestra cuna
por
un tiempo inconcreto.
El
hombre que camina en estas páginas
sabe
que esa palabra significa
creer
en la bondad de los humanos
sin
ninguna reserva,
igual
que un diminuto pajarillo
que
levanta sus alas con el viento
y
se dispone a saltar al vacío.
Es
posible que vuele y salve los obstáculos
que
encontrará a su paso,
o
que roce sus alas con las zarzas
que
cubren el abismo,
pero
confía en que nadie le mienta
sobre
la materia del aire.
Él
tiene su verdad. Y la defiende.
La
palabra es lo más valioso que posee
para
explicar sus dudas
ante
la oscura trama de las sombras.
Pero
la verdad no es sólo palabra,
también
es un concepto
que
cada uno interpreta a su manera.
Y
por eso se miente a la inocencia
antes
de que levante el vuelo.
Después,
ya es imposible.
(La intimidad del pardillo)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
No hay comentarios:
Publicar un comentario