AL BORDE DEL AGUA
Se
pregunta qué hay más allá del cielo
y
al otro lado del océano,
dónde
acaban los límites del mundo
que
lo tiene atrapado
en
la oscuridad del Medievo.
Conversa
con las olas
y
describe sus pensamientos
con
palabras de espuma,
igual
que una pluma de viento.
El
aire reconforta la plegaria
que
eleva al cosmos como una saeta
de
esperanza futura,
y
halla la fortaleza para ser diferente:
un
hombre visionario.
Intuye
que la Tierra
no
es el centro del universo
y
siente escalofríos
por
atreverse a ser un disidente
que
se postula con arrojo
en
contra de la norma
de
los poderes de la Iglesia.
Sus
miedos se diluyen
en
el infinito murmullo
de
un sollozo de mar.
Rememora
la música del agua,
esa
obertura virginal
que
los sueños de noches mágicas
inicia
en el crepúsculo
y
termina con el alba
para
comparecer ante los ojos
como
realidad azul.
Se
protege del frío con las rocas
que
amparan sus deseos
y
busca conchas de moluscos
para
trazar un círculo
que
simule las formas de la Tierra
en
un surco de arena.
Ha
decidido ir al otro lado del mar,
descubrir
lo que exista más allá
de
su propio conocimiento,
buscar
un nuevo mundo
que
rompa las fronteras de los hombres,
aunque
se juegue la vida por ello.
Solo
hace falta que alguien se lo crea
y
le proporcione las naves
para
cruzar el mar y sus abismos.
(Otra realidad)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)
No hay comentarios:
Publicar un comentario