miércoles, 17 de abril de 2019

LA SEÑORA DEL BOSQUE


LA SEÑORA DEL BOSQUE


Cuida las tradiciones de los celtas,
la cultura del pueblo
que guarda las estrellas
entre tierra, memoria y megalitos,
como una Diosa Madre
de las esencias de la vida,
y lleva dentro de ella
el ancestral espíritu del bosque.

El druida la enseñó a comunicarse
con la madre naturaleza,
a encontrar en su mente
puntos de conexión con lo insondable,
a obtener de su entorno
remedios para males y energía vital,
a auxiliar a quien se lo pida
y a usar sus dones con prudencia.

Guarda con mucho celo
la creatividad de su alma femenina,
los secretos de plantas y animales,
los misterios del fuego,
el germen de la tierra,
la voluntad del aire
y el vientre del agua.

Convive en armonía con esos elementos
siendo parte de los misterios
que definen sus formas y sus actos,
igual que si fuese uno más de ellos,
como raíz de mandrágora
que crece hacia la luz del universo,
como sierpe de enebro que se eleva
más allá de los rizos de su tronco,
o como un ave solitaria
que encuentra en las setas
sus propiedades para el vuelo.

Vive alejada de los hombres
que buscan su derrota
y la aniquilación de su saber.
Sus enemigos
no son los que se asombran
con lo que no comprenden
y respetan su magia
como luz bondadosa,
sino aquellos mezquinos que no entienden
de dónde viene su poder,
los que buscan recursos
para apropiarse del origen
de todas las materias.

Ella sabe que sin su género
no hay vida,
y su lucha trasciende
a las imposturas del tiempo.
  

(Otra realidad)
Todos los derechos reservados
Mariano Valverde Ruiz (c)

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