EL
MOTOR DE LOS HOMBRES
La
eternidad, que a veces nos seduce
con
sus cantos futuros de sirena,
toma
cuerpo en el miedo
a
nuestra intrascendencia,
en
la inutilidad del paso por el mundo.
Entonces
nos sentimos en la necesidad
de
crear algo que nos perpetúe:
construcciones
de piedra,
monolitos
de plata,
epitafios
de acero,
una
prolongación de nuestros genes,
montañas
de palabras que den cobijo
a
nuestra desesperación,
un
grabado en el árbol de la fama,
un
grafiti en los muros de cemento
o
un hallazgo importante de la ciencia.
Las
obras que genera
el
miedo a la muerte
son
el motor del hombre.
¡Qué
vacía sería nuestra vida
si
por donde pasáramos
no
quedasen las huellas
labradas
en la arena del recuerdo!
OTRA REALIDAD
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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