Yo quiero que las luces de tu esencia
se multipliquen más allá de lo real.
Si pudieras ser sueño permeable
que describa las tardes con palabras de cobre
y la sombra de almendro
igual que hilos de azúcar,
podría contemplar la paz del infinito:
esta felicidad sería más completa.
Es tan grato encontrarte sobre el lecho
que eres la otra figura que decora
la imagen del paraíso.
Por eso pido cosas imposibles.
(El fuego del instinto. Ed. Vitruvio)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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