SIEMPRE
QUEDA EL AMOR
Los
latidos del pecho
van
cosiendo el velamen
de
un barco muy dañado
por
la furia de las tormentas,
el
temible calor de los estíos
y
el frío visceral de los inviernos.
Ya
sabe que, al final,
su
barco se hundirá
en
las aguas remotas del silencio,
sucumbirá
al furor del tiempo,
se
inclinará ante la terrible
guadaña
de la muerte
y
será pasto del olvido.
Cree
que su naufragio
no
será una pérdida notable
para
la sociedad
que
hoy gobierna el mundo,
pero
tal vez lo sea
para
quienes le tengan
en
su memoria.
Y
para ellos,
escribirá
un poema
en
los rescoldos del crepúsculo,
un
texto que ensalce al amor
sobre
todas las cosas,
que
le dé nombre a la noche y al día.
Lo
dejará en el agua
dentro
de una botella
para
que se resguarde de las brasas
que
consumirán su velero.
Mientras
tanto, procura seguir siendo
fiel
a su voluntad de entrega
a
los que han estado a su lado
en
las jornadas más difíciles.
Siempre
queda el amor que se ha dado
sin
pedir nada a cambio,
sobrevive
al resplandor de la muerte
con
lealtad al poema
que
habla del sentimiento más profundo,
de
la única verdad indescifrable
y
de la fortaleza del cariño.
CANAL YOUTUBE DE MARIANO VALVERDE RUIZ
Todos los derechos reservados.
(c) Mariano Valverde Ruiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario