Alertar cada voz, esperar su eco
y conjugar los verbos siempre en infinitivo
para amar a voz plena.
Solo ante los sentidos,
desnudo, todo yo
nota acotada y simple,
completamente todo, casi nada,
alta hoguera, genoma de la luz,
espacio de textura tópica y recurrente,
porque no hay nada más para decir,
acaso escribir poco sea decirlo todo.
(El fuego del instinto. Ed. Vitruvio)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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