LUCES
INDIRECTAS
Cada
día de nuestra vida, las cosas cotidianas se disponen en línea recta ante el
tiempo. Son una cadena de obstáculos que se levanta ante nosotros cerca del
desfiladero por donde caminamos. Descansamos durante la noche para poder
afrontar un nuevo reto cada mañana. Y lo hacemos igual que un nativo de las
estepas asiáticas, un mandinga africano, un minero chileno o un astronauta en
la Estación Espacial Internacional. Todos los hombres resolvemos el misterio
del mundo a nuestra manera. Para cada uno amanece cuando sale su sol. Lo demás
son luces indirectas: una forma de ver la claridad a través de otros ojos.
Mariano Valverde Ruiz (c)
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