miércoles, 2 de diciembre de 2015

PACO RABAL Y ESPARTARIA








PACO RABAL Y ESPARTARIA

La poesía es capaz de unir compañeros de viaje en su efímero caminar hacia el universo de las palabras y las emociones. Así ocurrió una noche espléndida en el recinto de Santa Quiteria de la ciudad de Lorca, en las proximidades del siglo XXI. Hoy queda una fotografía de aquel acto y el recuerdo de cuantos estuvimos allí, homenajeando a Paco Rabal, el gran hombre de la escena española cuya triste desaparición nos encogería el alma meses después.
Espartaria agrupaba a un grupo de enamorados de la poesía que aun siendo de diversas procedencias, habían constituido un grupo que estaba llevando a cabo una intensa labor en pro de la cultura, la expresión poética y la difusión de la palabra escrita. Paco Rabal aceptó realizar un recital conjunto más que un homenaje, así era de humilde, y puso una vez más sus valores sobre los hilos imperceptibles de una voz inconfundible, que era capaz de impresionar al aire, y de anudar a la emoción en las gargantas de los que le escuchamos.
Paco nos dejó aquella velada en cada poema al hombre vitalista, apasionado, coherente y fiel a sus orígenes. Su voz quebrada, grave y elocuente, viajó por las palabras de los grandes de la poesía española y también por sus propios poemas. Nos fue acercando las yagas y las alegrías de la vida en cada tono, en cada verso, en cada silencio… Los que recitamos con él sentimos cómo su presencia elevaba el pulso de nuestros poemas. Y dejamos que el misterio del logos decorase los corazones de los cientos de asistentes al acto.
El abanico de las formas de expresión poética es muy amplio. Dentro de esa amplitud se encontraban los poetas del grupo Espartaria y también Paco Rabal. Todos buscábamos el lirismo y la belleza de la expresión, pero cada uno añadía su toque personal y diferenciado, incluso, en algunos casos, acorde con el compromiso y la picaresca popular. Aquella noche se produjo un maridaje perfecto entre distintos elementos de la creación poética, que dio como resultado un recital único, un acto en el que el Aguileño Universal fue poeta por encima de actor, vate popular antes que grande del teatro y del cine. Paco Rabal, genio y figura, pero siempre hombre cercano, claro y directo.
En la fotografía de los participantes destaca su imagen, la humana naturaleza de Paco, junto a quien escribe esta página, y a Pedro J. Martínez, Pedro Felipe S. Granados, Jesús Cánovas, Antonio Soto, Isabel García Amador, Juan Ramón Barat, Joaquín Mateos, María José de Llanos y María Jesús Caro. Y tal vez también esté el estigma del tiempo, esa triste sensación de que todo pasa y nada queda…

Mariano Valverde Ruiz ©
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