PACO RABAL Y ESPARTARIA
La poesía es capaz de
unir compañeros de viaje en su efímero caminar hacia el universo de las
palabras y las emociones. Así ocurrió una noche espléndida en el recinto de
Santa Quiteria de la ciudad de Lorca, en las proximidades del siglo XXI. Hoy
queda una fotografía de aquel acto y el recuerdo de cuantos estuvimos allí,
homenajeando a Paco Rabal, el gran hombre de la escena española cuya triste
desaparición nos encogería el alma meses después.
Espartaria agrupaba a
un grupo de enamorados de la poesía que aun siendo de diversas procedencias,
habían constituido un grupo que estaba llevando a cabo una intensa labor en pro
de la cultura, la expresión poética y la difusión de la palabra escrita. Paco
Rabal aceptó realizar un recital conjunto más que un homenaje, así era de
humilde, y puso una vez más sus valores sobre los hilos imperceptibles de una
voz inconfundible, que era capaz de impresionar al aire, y de anudar a la
emoción en las gargantas de los que le escuchamos.
Paco nos dejó aquella
velada en cada poema al hombre vitalista, apasionado, coherente y fiel a sus
orígenes. Su voz quebrada, grave y elocuente, viajó por las palabras de los
grandes de la poesía española y también por sus propios poemas. Nos fue acercando
las yagas y las alegrías de la vida en cada tono, en cada verso, en cada
silencio… Los que recitamos con él sentimos cómo su presencia elevaba el pulso
de nuestros poemas. Y dejamos que el misterio del logos decorase los corazones
de los cientos de asistentes al acto.
El abanico de las
formas de expresión poética es muy amplio. Dentro de esa amplitud se
encontraban los poetas del grupo Espartaria y también Paco Rabal. Todos
buscábamos el lirismo y la belleza de la expresión, pero cada uno añadía su
toque personal y diferenciado, incluso, en algunos casos, acorde con el
compromiso y la picaresca popular. Aquella noche se produjo un maridaje
perfecto entre distintos elementos de la creación poética, que dio como
resultado un recital único, un acto en el que el Aguileño Universal fue poeta
por encima de actor, vate popular antes que grande del teatro y del cine. Paco
Rabal, genio y figura, pero siempre hombre cercano, claro y directo.
En la fotografía de los
participantes destaca su imagen, la humana naturaleza de Paco, junto a quien
escribe esta página, y a Pedro J. Martínez, Pedro Felipe S. Granados, Jesús
Cánovas, Antonio Soto, Isabel García Amador, Juan Ramón Barat, Joaquín Mateos,
María José de Llanos y María Jesús Caro. Y tal vez también esté el estigma del
tiempo, esa triste sensación de que todo pasa y nada queda…
Mariano Valverde Ruiz ©
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