jueves, 19 de noviembre de 2015
HUMO
Y al final la rapsodia
es humo, nada más que humo.
Convivo con el éxtasis
que guardan tus pezones de cereza
y el fragmento de luna
que les dio consistencia.
Junto a mi corazón
encuentro la ternura
de tu piel virginal,
el brillo de la luz
que diluye la sombra
y el negro del silencio.
Allá, al filo del mar,
las arenas decantan
la magia del amor.
Mientras, el mundo duerme
la resaca del tiempo
y por todos los bares
son ritmo o puro jazz
navegantes de neón
que tantean la vida
bajo el espejo del Mediterráneo.
(El deseo o la luz. Ed. Universidad de Murcia)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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