Algunas cosas se ven mejor desde la lejanía. Es cuestión de perspectiva. Igual sucede con los sentimientos. Hay que ofrecerles la suficiente distancia para comprender su verdadera esencia.
Algunas cosas se ven mejor desde la lejanía. Es cuestión de perspectiva. Igual sucede con los sentimientos. Hay que ofrecerles la suficiente distancia para comprender su verdadera esencia.
Ni volando por encima de las nubes se libran los poetas de los cazadores de sombras. A lo lejos, se escucha el sonido de los disparos y el rumor de las palabras. Tal vez sea preciso ser la luz misma para escapar de su acoso.
Cada día estoy más convencido de la fortaleza del silencio. Resiste ante todas las fuerzas destructoras. Ofrece abrigo y consuelo para lo que no se entiende. Acuna al germen creativo. Hace que afloren la verdad y la conciencia... Hay que seguir escuchando su consejo, aunque duela.
La ilusión no se ve cuando se mira el relieve de las cosas. La esperanza tampoco se aprecia en el perfil del horizonte. Ni la alegría de estar vivo es una linea en la imagen. Hay una luz en el paisaje que solo se ve con la mirada de un poema.