NO TE REBELES
Sumérgete en mí.
No dejes este cuerpo sin el duende
que rescata del vértigo viajero
en el aire funesto de los días.
Inúndame de ti.
Abrázate a mi tierra y mora dentro.
Acércate más, mucho más. Con garra.
Y recorre las grutas que conducen
hacia la luna húmeda
que rige el estertor de mis neuronas.
Bebe su jugo, tócala y transige.
No te rebeles contra este momento.
No tengo voluntad para oponerme
a la melancolía de mis horas sin ti.
(El fuego del instinto. Ed. Vitruvio)
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Mariano Valverde Ruiz (c)
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